2do. contingente de la Gargola Negra en las villas y pueblos.

EL fanatismo de los pobladores, la sed de protección, la moral, o incluso el azar de los que defendían pequeños poblados, así sea con alguna piedra que haya volado, por el desitno, hasta la cabeza infortunada de alguna cabeza con el casco mal acomodado, produjo al menos, (por el amor de DIos jaja) una baja en las tropas de drago. ( hay que ser consecuente con la región y con lo que se ha escrito, es imposible que dispersando el ejercito y atacando poblados, con la rabia y fantaismo de los pobladores, el ejercito de la gárgola no haya tenido ni 1 sola baja, y sabiendo, repito igual que en el post de lyor, que habian puestos de guardia por los caminos )

Posteo en el tema de las fronteras, para seguir con esto.

SE que debe haber bajas, pero repito lo mismo qeu en el primer contingente, ademas lo puse asi pro que estoy arrasando poblaciones muy debiles y disminuidas, no soy tan tonto para ir a arrazar poblaciones numerosas que solo alentarin aun mas mi avance, y lo que estoy haciendo mas que nada esprovocar un ataqeu militar, las torres como acabo de empezar el avance, no me he topado con ninguna, pro que necesito las caractreristicas para saber comomanejarlas y atacarlas, hasta entonces habra bajas pro parte de ambos, hasta que haya enfrentamientos reales

¿Este segundo ejército vuelve hasta el puesto de guardia donde está Adan, verdad?, no se dirije hacia el interior de las Villas. Igual no habían avanzado mucho.
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Los pobladores son rebanados por los soldados, la carne cae a tirones como si de la piel de una manzana se tratara. La tierra se llena de sangre, comienza a oler a vísceras y excremento. Algunos pobladores salen despavoridos escondiéndose donde pueden; medio mutilados otros, sin brazos, algunos sin medio rostro y con los tejidos al rojo expuestos al aire, se arrastran en busca de cualquier salvación, la mayoría no la encuntra y mueren, tragando polvo y tierra. Un hombre ataviado con una túnica, en un acto de increible valentía se para justo enfrente del ejército diciendo a viva voz a los soldados de la gárgola: HERmanos míos, no hay por qué hacer esto, esta tierra no merece más sangre; cambiemos las espadas por libros, los escudos por flores. El hombre, aparentemente en algún shock místico produto de ver tanto horror, y tantas exclamaciones de dolor, no sabe ni lo que hace ni dice, sólo se para ahi en frente diciendo palabras parecidas a las que dijo hace poco.

Los vigías que mandó el ejercito de la gárgola informan que algunos supervivientes habían logrado huir tanto hacia el interior como hacia las fronteras, y que a unos metros de ahí, en cuatro graneros, los campesinos mugrientos se están organizando con venablos, y picas, dispuestos a lanzarse como kamikazes hacia el ejército. Unos 300 campesinos están aglomerados en esos graneros, a poca distancia de allí. No habían visto cerca a ningún ejército regular, los pocos jinetes de las villas que pasaban por la ruta y que vestían armaduras y cargaban armas fueron acribillados.

Los soldados de la gárgola, dirigiénsoe todavía a paso firma hasta la frontera, hacen sonar sus armas para producir terror en los habitantes. Una bruma espesa baja, y los recubre, tan diferente es este clima al del desierto, tanta humedad carga el ambiente, que de no ser porque los soldados ya están bien entrenados en soportar climas extremos, comenzarían a sentirse mareados, y con nauseas. Los campesinos, ya organizados en los graneros, se adentran y se esconden en la bruma.

El ejército de drago avanza, ¿por el camino, al lado del camino, de lleno por entre los cultivos, al lado de los bosques?, y sin producir sonidos, ocultos en parte por la bruma que los rodea, la guerrilla que se había organizado en el granero, y dispersa en dos puntos a varios lados del ejército, lanza un ataque rápido de proyectiles, piedras, y algunas flechas de ballestas. Aunque la mayoría de los proyectiles fueron frenados por la formación del ejército, en algunos casos, gracias a un golpe de gracia, las piedras dan de lleno en algún rostro de algún soldado, desfigurándolo y rompiéndole los huesos, o las flechas se clavan en algún cuello, desangrando a esos que con poca suerte se encontraron de frente con el proyectil. Los "Villanos", se mueven de lado a lado entre los matorrales y las zonas boscosas; ocultos en la bruma, los invasores no saben ni cuantos son, ni como visten, ni quienes son.

300 Guerrilla de las villas.